Un dulce remedio que nuestras abuelas conocían muy bien y apreciaban por sus propiedades, es la manzana cocida, ya sea que se prepare al horno, como hervida o en compotas.
Las manzanas son frutas que a menudo se comen crudas pero incluso después de ser sometidas a cocción, a pesar de la pérdida de algunas propiedades (tales como la presencia de vitamina C) todavía mantienen diferentes beneficios que pueden ser muy útiles en algunas situaciones.
La manzana cocida se puede comer en el desayuno, después de las comidas o como merienda. La cocción hace a esta fruta más digerible que la versión en crudo (que igualmente es excelente), y por esto se recomienda sobre todo para aquellos que sufren de problemas de estómago e intestino.
De fácil digestión y asimilación por parte de nuestro organismo, esta fruta, al cocinarse, adquiere cualidades laxantes muy útiles para regularizar el tránsito intestinal, en casos de estreñimiento y hemorroides.
También es un buen remedio contra el ácido estomacal y aliada en las dieta de desintoxicación, la manzana al horno también es excelente para aquellos que están tratando de evitar los productos elaborados con azúcares refinados, pero no quieren renunciar a algo dulce.
También se recomienda a los que se están recuperando de una enfermedad y no tienen mucho apetito, pero que igualmente necesitan comer algo no demasiado pesado.
Este remedio, adoptado con constancia, es también perfecto en el embarazo, cuando fisiológicamente muchas mujeres tienden a sufrir de estreñimiento.
En caso de utilizarla contra el estreñimiento, es mejor cocinar la manzana en una buena cantidad de agua de manera que, además de comer la fruta, también se pueda beber el líquido multiplicando el efecto laxante.
Cómo se prepara
Cortar en trozos grandes las manzanas con su piel (pero sólo si es biológica, recuerde que esta fruta es una en las que más se usan los plaguicidas) y cúbralas con bastante agua, luego lleve la olla al fuego y deje que hierva unos 5-10 minutos. Para darle un toque de sabor también puede agregar una pizca de canela. Otra opción es preparar la manzana al horno, dejándola entera, con la piel (pinchar la piel con un tenedor para que no explote) y cocinarla durante unos 20 minutos.