Para aliviar los síntomas de una hernia de hiato resulta muy importante que se modifique la dieta y que se eviten aquellos alimentos que puedan provocar acidez, de igual manera que el tabaco y el alcohol.
Y es que la hernia de hiato es una anormalidad anatómica, en la que una parte del estómago sobresale en el tórax, a través del diafragma y tiene prácticamente todos los síntomas de la enfermedad conocida como reflujo gastroesofágico, como regurgitación, náuseas y acidez. Descubre a continuación algunos remedios naturales con los que podrás combatir este problema.
Aloe Vera
El zumo de aloe vera ayuda en la digestión. Para beneficiarse de sus propiedades hay que beber un vaso de zumo de aloe vera antes de cada una de las comidas. De esta manera se contribuye a tratar la hernia de hiato puesto que resulta de una gran ayuda en las enfermedades gastrointestinales, como por ejemplo el síndrome del intestino irritable.
Aceite de onagra
Se puede consumir aceite de onagra en forma de suplemente para tratar este tipo de hernias. Se recomienda tomar una dosis de entre mil a dos mil miligramos de este aceite ya que cuenta con ácidos grasos que ayudan a la hora de la digestión y reducen la inflamación del estómago y del esófago.
Masajes
A través de unos masajes realizados en la parte superior del abdomen y durante dos veces al día, se puede tratar una hernia de hiato.
Un vaso de agua
Existe una técnica para tratar la hernia de hiato consistente en acostarse durante cinco minutos y transcurrido ese tiempo, se bebe un vaso de agua lleno. Cuando se acabe de beber, el paciente tiene que bajar una altura pequeña de unos centímetros, como un escalón por ejemplo.
La teoría explica que este método ayuda a la parte del estómago que se encuentra herniada, consiguiendo que éste se deslice a su posición correcta, o sea, hacia atrás, por debajo de la abertura del esófago.
Consejos para aliviar los síntomas de la hernia de hiato
Se aconseja realizar comidas pequeñas para evitar los gases y el reflujo ácido, así como evitar las comidas picantes y todos aquellos alimentos que pueden causarte acidez. Si es necesario, habrá que modificar la dieta llevando una alimentación sana, que sea rica en fibra y en agua, así como evitar los alimentos ácidos y grasos y el chocolate.
Hay que reducir el consumo de cafeína y de alcohol y evitar el tabaco. Después de haber comido, lo mejor es caminar un poco para evitar la inflamación del estómago así como los gases y el reflujo ácido. A la hora de acostarse se debe elevar la cabecera de la cama o colocar unas almohadas debajo para elevar el tronco. Se recomienda así mismo realizar algo de ejercicio aeróbico moderado o ligero, pero nunca después de comer. Nadas y caminar son muy buenas actividades, que tienen un impacto bajo en el cuerpo además de beneficios excelentes cardiovasculares.