La inflamación es la respuesta defensiva de nuestro organismo frente a una infección o algún tejido dañado. La inflamación puede ser aguda o crónica, de ahí que puedan existir largos periodos de dolor, de hinchazones o de ciertas limitaciones a la hora de llevar a cabo las tareas diarias. Es muy importante contar con un diagnóstico del médico y con un tratamiento adecuado para aliviar el proceso inflamatorio, pero también existen frutas antiinflamatorias que pueden ayudar a sobrellevar este proceso.
Beneficios de ciertas frutas para tratar una inflamación
Las fresas. Esta fruta ayuda a combatir la inflamación, y es que ésta siempre se encuentra ligada a la proteína C reactiva, una sustancia que si es muy elevada en el organismo, puede llegar a provocar un derrame cerebral o enfermedades cardiacas muy graves. Esta proteína que resulta tan dañina se encuentra presente cuando se sufre de artrosis. Para combatirla, se deben consumir freses de tres a cuatro veces a la semana y de esta manera se disminuye hasta en un 14% el riesgo de sufrir un infarto, según estudios llevados a cabo en Estados Unidos. Se pueden optar por consumir tanto fresas naturales como congeladas.
El limón. El limón es muy poderoso para tratar cualquier cuadro inflamatorio, especialmente por su capacidad para alcalinizar el organismo. Y es que un cuerpo más alcalino combate mucho mejor los procesos infecciosos y las inflamaciones. El limón ayuda a elevar las defensas naturales con lo que lucha mejor contra las bacterias y los virus. Además es rico en potasio y en vitamina C, dos elementos que son indispensables para reforzar el sistema inmune.
Sandía. Esta deliciosa fruta es muy refrescante y diurética, además de muy baja en grasas, aunque muy rica en ácido fólico, en potasio, en magnesio y en provitamina A. Debido a su acción depurativa y a su acción diurética, se consiguen eliminar los líquidos que se concentran en los tejidos que están inflamados.
Licuado de fresas, sandía y limón
Los ingredientes necesarios son:
- quince fresas
- el zumo de un limón
- trescientos gramos de sandia
- un litro de agua
Se limpian bien las fresas y se abren p9or la mitad. Como ya hemos comentado pueden ser de temporadas o congeladas pero si no es posible encontrarlas, se puede incluir otra fruta que sea rica en vitamina C como por ejemplo un mango, un kiwi o una papaya.
Se saca el jugo del limón y se introduce en la licuadora las fresas, los trescientos gramos de sandía sin cáscara y sin pepitas y el zumo de limón. Se licua todo bien hasta que se integren perfectamente todos los ingredientes. Se va añadiendo el resto del agua hasta lograr una bebida bien homogénea y se va bebiendo el resultado a lo largo del día y recomendablemente, antes de las comidas. Verás como logras sentirte mucho mejor.