En forma líquida o en polvo, el extracto de este arbusto mediterráneo armoniza la ovulación, disuelve el estrés y promueve la regularización del ciclo
Originario del Mediterráneo y Asia Central, el agnocasto (también conocido como vitex, árbol casto, pimiento de los monjes, sauzgatillo o sauce gatillo) es un arbusto con flores de color púrpura, que puede alcanzar hasta seis metros de altura. Se cultiva principalmente en Marruecos y Albania y crece a lo largo de los lechos de los arroyos y ríos. En la antigua Grecia era utilizado por las mujeres para mantener a raya los estímulos sexuales excesivos; tradición que se perpetuó hasta la Edad Media, cuando los monjes solían poner yemas de agnocasto entre sus ropas para frenar la libido.
Su nombre latino, «agnus castus», indica la calidad no-afrodisíaca de la planta y sus propiedades progestágenas. En sus pequeños frutos alargados y de color negro-amarronado, se encuentra una mezcla de componentes (incluyendo flavonoides y glicósidos) capaces de actuar sobre la hipófisis y contrarrestar los síntomas debilitantes del período premenstrual. Debido a su acción antiespasmódica el agnocasto tiene la capacidad de calmar los calambres y sensibilidad en los senos, disipar eventuales taquicardias y mitigar los estados de estrés intenso a nivel de los ovarios, causantes de las irregularidades del ciclo menstrual, como la ausencia del mismo o el sangrado muy abundante.
Combate la fatiga premenstrual
Stress laboral, tensiones familiares o simplemente interrumpír la toma de anticonceptivos orales, son situaciones que pueden provocar amenorrea (reducción o desaparición del ciclo menstrual) o ciclos muy cortos; en estos casos el agnocasto equilibra el sistema hormonal regulando la ovulación y, en consecuencia reduciendo los ciclos muy largos y alargando los cortos.
Cuando las metruaciones se vuelven irregulares
En las mujeres pre-menopáusicas, la irregularidad del ciclo suele ir acompañada de irritabilidad, desaceleración del metabolismo, fatiga, y algunas veces, una forma leve de depresión. Las propiedades anti-estrogénicas del agnocasto mitigan los cambios de ansiedad, estado de ánimo y mareos típicos del climaterio. Tomar 30-40 gotas de tintura, dos veces al día y entre las comidas durante dos meses, suspender durante 20 días y, a continuación, repitir el tratamiento.
También alivia las molestias de la menopausia
El agnocasto es un valioso aliado contra los «sofocos» y la constelación de síntomas circulatorio típicos de la menopausia, como la pesadez de piernas, retención, palpitaciones y arritmias. Para superar estas molestias se pueden seguir un tratamiento, repetiéndolo hasta cuatro veces al año. Tomar 30 gotas de tintura de agnocasto disueltas en medio vaso de agua 2 veces al día y asocia una perla del aceite de onagra, excelente reequilibrante hormonal.
Como en todos los casos, siempre es conveniente consultar a su médico y herbolarios de confianza que la podrán asesorar acerca de la conveniencia de su uso, e indicarle las dosis adecuadas para su caso particular.