La risa es un arma poderosa contra muchas enfermedades. Sin embargo, nos reímos mucho menos que en el pasado. Pero después de leer el siguiente texto, sin duda no perderás ninguna oportunidad de reírte.
La risa, enemiga del estrés
Combatir el estrés significa también prevenir el desarrollo de un exceso de radicales libres y al mismo tiempo combatir la oxidación (un exceso de radicales libres, de hecho, puede causar envejecimiento prematuro de las células y provocar el desarrollo de ciertas enfermedades). En particular, la risa es uno de los mejores antioxidantes, y sobre todo, el más fácilmente disponible!
Está demostrado que la risa nos permite alcanzar un estado de bienestar físico y mental. También nos permite convertir una situación negativa en energía positiva.
Formidable remedio contra la depresión, la risa también permite combatir eficazmente el estrés, gracias sobre todo a la producción de endorfinas. El cuerpo se relaja gracias al shock causado por el estallido de risa y el movimiento de los músculos de nuestra caja torácica. Con la relajación del cuerpo, se pone en marcha el sistema parasimpático restableciendo la energía corporal. De hecho, reír tres minutos por día equivale a unos 15 minutos de actividad física, mientras que una risita equivale a 10 minutos de relajación.
Pero, sobre todo, sabes que la risa es también un poderoso analgésico. Según un estudio británico, la risa nos permite aumentar en un 10% nuestra tolerancia al dolor, de nuevo gracias a la producción de las famosas hormonas.
Risas perdidas
Y sin embargo nos reímos cada vez menos. Un estudio muestra que en 1939, un adulto reía unos 20 minutos al día, frente a 6 en 1980… En la actualidad, ríe apenas un minuto al día. Los más pequeños en cambio no han perdido la sonrisa, de hecho ríen unas 300-400 veces frente a las 20 de un adulto. Como en todas las cosas, los niños (casi) siempre tienen la razón.
Los consejos son pocos y simples: una noche de diversión con amigos o si deseas una nueva experiencia, puede intentar una sesión de yoga de risa. Y sobre todo, nunca te olvides de reírte de ti mismo!