Tratar diversas afecciones con aceites esenciales es una opción cada vez más popular, pero como en todo, es importante estar bien informado antes de tomar un remedio natural, incluso el más aparentemente inocuo.
Ahora sabemos que, por ejemplo, para el tratamiento de problemas que afectan al sistema respiratorio, es útil el aceite esencial de eucalipto, un remedio que permite respirar mejor. El aceite esencial de lavanda es indicado en cambio, para el tratamiento de estados tales como la ansiedad y la angustia, y para promover el buen sueño; mientras que el aceite de árbol de té parece estar indicado para el tratamiento de cualquier trastorno o problema.
Pero además de los conocidos beneficios de los aceites esenciales, no deben subestimarse los posibles riesgos. El hecho de que sean productos naturales no excluye la posibilidad de que puedan presentarse reacciones adversas o que existan contraindicaciones para su uso.
Cada aceite esencial puede presentar específicos efectos colaterales y contraindicaciones. Entre los posibles efectos secundarios, pueden presentarse sensibilización, irritación, fotosensibilidad o incluso un posible riesgo de toxicidad, cuando se toma por vía oral y en dosis mayores a 20 ml.
Aceites esenciales: contraindicaciones
En general, en las mujeres embarazadas, las personas con alergias, aquellos que sufren de epilepsia o presión arterial alta, y los niños menores de tres años, la utilización de aceites esenciales se debe evaluar con mucho cuidado y consultando previamente al médico.
Los expertos también aconsejan someterse a una prueba de parche (patch test), antes de utilizar aceites esenciales. Esta prueba de parche se puede realizar fácilmente en casa. Tomar una cucharadita de aceite portador (por ejemplo aceite de almendras dulces) y añadir una gota del aceite esencial que se desea utilizar. Aplicarlo sobre la parte interna del antebrazo y cubrir con una venda. Si después de 24 horas no se ha notado ningún cambio en la piel o reacción alérgica, puede utilizar tranquilamente el aceite esencial (siempre diluido); en caso contrario evitar el uso de dicho aceite específico.
Aclarado este punto, si decide tratarse con aceites esenciales, es muy importante seguir correctamente las instrucciones de la botella. Utilice los aceites esenciales sólo en pequeñas dosis, y por un período limitado de tiempo.
Antes de elegir cualquiera de los muchos aceites esenciales disponibles en el mercado, pedir consejo al médico o un herbolario calificado, y – de todos modos – no exceder las dos / tres semanas de tratamiento, ya que su administración prolongada (especialmente en dosis alta) podría dar lugar a consecuencias muy graves para su salud.