La caspa es un problema que afecta al cuero cabelludo y que se caracteriza por la formación de escamas de color blanco que pueden verse en las raíces y en todo el cabello. Puede originarse por un exceso de producción de grasa en cuyo caso se denomina caspa seborreica. Pero también existe la deshidratación capilar, conocida como caspa seca. Con ésta última además de hacer que el pelo tenga un aspecto desagradable, se produce comezón e irritación, llegando a ser bastante desesperante. Por suerte hay remedios caseros que ayudan a combatirla de una manera eficaz y sin efectos adversos.
Aloe vera
El gel que contiene las hojas de aloe vera, es un producto hidratante que ayuda a contrarrestas las molestias que provoca la caspa seca. Sus nutrientes hacen que se restablezca el pH del cuero cabelludo y a que se desprendan las escamas blancas que se van acumulando en las raíces.
Para su utilización hay que sacar una cantidad generosa de gel de aloe vera y frotarlo por todo el cabello y el cuero cabelludo. Cubre con un gorro de ducha la cabeza y deja que actúe durante treinta minutos. Transcurrido este tiempo, se enjuaga con agua fría y se deja secar al aire libre. Hay que repetir su uso cada día hasta que la caspa se haya eliminado por completo.
Aceite de argán
Este maravilloso aceite tiene ácidos grasos y compuestos antioxidantes que revitalizan los cabellos resecos y opacos. Además cuenta con compuestos antifúngicos que eliminan los microorganismos que provocan la caspa.
A la hora de utilizarlo hay que separar el cabello en mechones y frotar con el aceite de argán en las raíces. Se deja actuar veinte minutos y se enjuaga. Se recomienda repetir cada día su uso hasta notar mejoría.
Vinagre de manzana
Este ingrediente de origen orgánico es una excelente solución para luchar contra la caspa seca. Ayuda a parar el crecimiento de bacterias y de hongos en el cuero cabelludo. Para utilizarlo hay que combinar a partes iguales el vinagre de manzana orgánico con agua destilada y rociar por el cabello. Se deja actuar cuarenta minutos y se enjuga. Se debe usar todos los días para conseguir unos resultados rápidos.
Aceite de oliva
Gracias a su textura oleosa, este producto es una buena solución para terminar con la antiestética descamación que provoca la caspa. El aceite de oliva hidrata las raíces ayudando a recuperar el pH normal del cabello. Aplicándolo se consigue aliviar la sequedad, se calma la sensibilidad y se protege de infecciones.
Para su utilización hay que calentar el aceite a una temperatura adecuada para poder aplicarlo. Se va separando el cabello en varios mechones y se aplica el ingrediente comenzando en las raíces y terminando en las puntas. Se deja actuar durante media hora y se enjuaga con una gran cantidad de agua. Se debe usar como mínimo, tres veces a la semana.