Cuando la glándula tiroides disminuye su segregación de hormonas y se debilita, se presentan una serie de síntomas puesta que dicha actividad hormonal es la encargada de regulas las reacciones del metabolismo, cardiocirculatorias y neuronales de todo el cuerpo.
Su desarrollo está relacionado con una mala alimentación, con la exposición a las toxinas, al estrés y a ciertos hábitos poco recomendables que afectan a la salud en general.
Síntomas de hipotiroidismo
Una persona con esta enfermedad va notando poco a poco ciertos cambios en su cuerpo debido al desequilibrio de las hormonas. Los más comunes son cambios de humor bruscos, sensibilidad al frío, pérdida o aumento de peso, ansiedad y depresión, períodos menstruales irregulares, dificultades para evacuar, sensación de debilidad y de cansancio, piel seca, uñas, y cabello quebradizo y una caída excesiva de éste último.
Acelerar el metabolismo
Una de las claves para sobrellevar estos síntomas es adoptar una serie de hábitos que te permitan acelerar tu metabolismo, y una de las maneras de conseguirlo es consumiendo alimentos saludables y que sean ricos en sustancias que logren estimular su función, como por ejemplo los alimentos ricos en yodo, ya que esta sustancia es esencial para la función tiroidea y muchos casos de esta enfermedad se debe a su deficiencia. Consumiendo alimentos que contengan yodo se controla la ansiedad y las molestias digestivas.
el yodo se puede conseguir a través de vegetales marinos, yogures naturales, arándanos, fresas orgánicas, sal del Himalaya, lácteos, patatas y suplementos.
El aceite de coco estimula la producción de hormonas tiroideas y acelera el metabolismo. Se debe comenzar consumiendo una cuchara pequeña todos los días e ir aumentando la dosis poco a poco hasta llegar a ingerir tres cucharas cada día.
Todas las vitaminas pertenecientes al complejo B son fundamentales para mantener la tiroides en un buen estado, aunque cada una desempeña un papel diferente. La tamina o B1 se necesita cuando la tiroides es hiperactiva. La riboflavina o B2 ayuda a la correcta producción de hormonas tiroideas. La niacina o B3 es necesaria para el correcto funcionamiento de las glándulas y las células del organismo y la piridoxina o B6 ayuda a que la glándula tiroidea utilice de forma eficiente el yodo.
El cobre ayuda a balancear la tiroides además de combatir los síntomas provocados por esta enfermedad como la disminución de los glóbulos rojos y los problemas de uñas y de cabello. Una estupenda fuente de este mineral es la clorofila existente en las algas, suplementes y vegetales verdes.
Los aceites de pescado incrementan la absorción de las hormonas tiroideas ya que contienen ácidos grasos en Omega 3 disminuyendo la inflamación además de mejorar la salud cardiovascular.
Por último, los alimentos ricos en fibra son estupendos para evitar un exceso de sobrepeso y nivelar el azúcar en la sangre. Consumiéndolo se mejora la digestión, se controla el apetito y contribuye a regular los niveles de colesterol elevados.
En caso de sospechar que se sufre de hipotiroidismo lo correcto es acudir cuanto antes al médico para recibir un diagnóstico. Los alimentos que hemos citado en este artículo son simplemente un complemento de la dieta que deberás seguir y su consumo siempre debe estar supervisado por un especialista