La Navidad acaba de pasar, comimos mucho y en una semana llega el Año Nuevo donde no faltarán cenas y postres en cantidades industriales.
¿Cómo hacer entonces, entre una fiesta y otro para purificarse? El primer consejo es beber mucha agua, frutas y verduras crudas que eliminarán las toxinas.
Tome tisanas y té verde con propiedades diuréticas y ricos en antioxidantes y, finalmente, coma muchas uvas que contienen flavonoides, antocianinas, preciosos polifenoles que ayudan a combatir los radicales libres.
En cuanto a las comidas siempre es bueno preferir sopas, preparadas con vegetales, perfectas para rehidratar el organismo, favoreciendo una depuración progresiva. Preferir entre las verduras, la espinaca y la acelga, ricas en fibra, agua y vitamina C.
Si piensa que ha ganado demasiado peso y quiere hacer algo antes de la cena de Año Nuevo, puede probar una dieta relámpago de sólo tres días: no tendrá efectos milagrosos pero ayudará a perder algún kilo y deshincharse.
Para el desayuno elija una licuado fresco con una manzana, un cuarto de apio, un cuarto de hinojo y un cuarto de una zanahoria o sino, 1 taza de café de cebada o café descafeinado con miel y tres galletas.
Para el almuerzo 60 gr. pastas o arroz integral con tomate y una cucharadita de aceite de oliva, una pequeña ensalada rematado con una cucharadita de aceite de oliva y limón y 1 fruta.
Para la merienda, otro batido fresco igual al desayuno.
Y, finalmente, para la cena, verduras a la plancha con jugo de limón o vinagre balsámico, 150 gramos de jamón cocido desgrasado o 100 gramos de queso cottage, o 100 gramos de bacalao/merluza al horno sin grasa.
Obviamente, esto no es realmente una dieta, así que tenga mucho cuidado de no repetirla durante más de tres días.