El doble mentón o papada es una acumulación de grasa que se sitúa debajo de la barbilla y que suele preocupar mucho a las mujeres. Descubre un excelente remedio que puedes realizar en tu casa a base de pepino y de arcilla y que te ayudará a eliminar este problema estético, que aunque normalmente se produce por flacidez de los tejidos o por un exceso de peso, puede también deberse a otros problemas de salud.
Los beneficios de la arcilla
Uno de los factores que provoca que la papada aparezca es el mal drenaje linfático, que promueve una acumulación de grasas y de toxinas en esta zona. Para facilitar su expulsión de una manera natural por los poros de la piel, vamos a explicar las propiedades de la arcilla.
Para la zona de la papada se puede utilizar bien la arcilla verde o bien la arcilla roja que cuenta con beneficios concretos. Entre ellos que ayuda a desinflamar la zona, elimina y drena las toxinas por los poros de la piel y remineraliza, aportando una serie de nutrientes imprescindibles para la salud.
Los beneficios del pepino
Por su parte el pepino ayuda a tonificar la piel, permitiendo combatir la flacidez que aparece en la barbilla por el paso del tiempo así como por la exposición al sol. Este alimento se usa para tratamientos naturales como tónico pues da firmeza y aporta hidratación.
¿Cómo preparar la mascarilla?
Para preparar esta mascarilla se necesita arcilla en polvo y el jugo fresco de un pepino. Si no se dispone de licuadura se puede batir y después colar. Además, hay que reservar la piel del pepino.
La arcilla se mezclará con el jugo del pepino y no se utilizará ningún utensilio ni recipiente de metal o de plástico ya que la arcilla perdería sus propiedades. Se debe otpar por el cristal, la madera o el barro. La textura que se debe conseguir debe ser sin grumos y untable, que no esté demasiado seca para que pueda aplicarse fácilmente, ni tampoco demasiado líquina, para que no se escurra.
¿Cómo se debe aplicar?
Se debe aplicar una capa de esta mezcla sobre la papada, con un grosos aproximado de medio centímetro y se deja que actúe hasta que se haya secado completamente, aproximadamente, durante media hora. Durante este tiempo se debe intentar no gesticular ni hablar.
Después se retira con agua templada y para terminar se aplica agua fría sobre la zona para cerrar los poros. Después de que la piel se haya secado perfectamente, hay que palicar la piel del pepino que se había reservado, para lograr potenciar más los efectos tonificantes e hidratantes de este vegetal. Cuando la piel esté seca se aplica una loción hidratante.
Se repite la aplicación cada dos o tres días a la semana y al menos durante un mes. Después se puede ir espaciando las aplicaciones dependiendo de los resultados obtenidos.