El estado de nuestra salud así como nuestro bienestar, depende en gran parte de la flora intestinal que se hospeda en el tramo último de nuestro aparato digestivo, ejerciendo un papel muy importante para la capacidad de respuesta de las defensas, de la absorción de los nutrientes, del estado de ánimo, etc., por ello es necesario que la refuerces. Descubre cómo hacerlo a continuación.
Dulce de membrillo en el yogur
La diarrea y el estreñimiento son un indicio claro de una flora bacteriana que está debilitada. Para regular tu tránsito intestinal, lo mejor es combinar alimentos que sean ricos en bacterias vivas como por ejemplo el yogur, con vegetales que contengan fibra prebiótica. Para ello no dudes en desayunar unos copos de avena con plátano y yogur añadiendo dulce de membrillo en el yogur. También puedes preparar salsas de este lácto con cebolleta, pepino y ajo.
Kéfir
Uno de los órganos que más se resiente a causa de los nervios es el intestino. El estrés altera la flora bacteriana, por lo que desequilibra el tránsito intestinal, favoreciendo la aparición de gases, provocando hinchazón abdominal. Para reforzar la microbiota intestinal y mejorar, de paso, la respuesta al estrés, te aconsejamos consumir a diario un vaso de kéfir.
Sopa de miso
Si estás tomando antibióticos, debes saber que éstos aniquilan las bacterias buenas que se encuentran en el intestino grueso. Además de seguir los consejos anteriores, te vendría bien tomar tres o cuatro veces a la semana, una sopa de miso, a base de soja fermentada. Para acelerar la recuperación de la flora intestinal y estimular las defensas, añade un poco de cebolleta, de puerro o de setas shiitake.
Pan de centeno con lino
Si desayunas de una manera regular pan negro alemán que contenga semillas de lino o con pipas de girasol, debes saber que es una costumbre sanísima ya que aporta fibra, magnesio y grasas esenciales, por lo que ayuda a prevenir el estreñimiento, el cáncer de colon y la aparición de divertículos. Si además lo acompañas de un zumo natural de zanahoria y de naranja, muy rico en vitamina A y C, la mucosa en envuelve el interior del intestino, se encontrará en un perfecto estado.
La fibra prebiótica
Esta fibra llega al colon sin digerir por lo que sirve de una manera directa a las bacterias “buenas” frenando el crecimiento de lo gérmenes nocivos. Además previene el estreñimiento y la diarrea, baja el colesterol, disminuye la presión de la sangre y reduce el riesgo de padecer cáncer de colon.
Se encuentra en muchas frutas y hortalizas como por ejemplo el ajo, la cebolla, la alcachofa, el puerro, el espárrago, los guisantes, el tomate, la remolacha, el plátano, el trigo integral, etc.
Lácteos
Si tienes molestias intestinales escoge lácteos que sean desnatados porque, tomados en exceso, las grasas animales dañan la flora bacteriana. Opta también por los yogures bífidus que aportan bifidobacterias saludables para el intestino.