El cuello es la parte del cuerpo que se suele tener más olvidada hasta que se comienza a notar el paso de los años, ya que tener un cuello fino otorga una imagen más estilizada. Son varias las cuestiones que influyen en la aparición de la temida papada como la flacidez y el sobrepeso, pero existen también soluciones naturales que permiten ir reduciéndola de una manera progresiva.
Si hay sobrepeso
Si la papada no es demasiado exagerada es muy probable que sea por un aumento de peso, por lo que lo primero que hay que hacer para luchar contra ella es evitar seguir cogiendo kilos y bajar un poco el peso. Eso se conseguirá por ejemplo, alimentándose de una manera equilibrada a lo largo del día y reduciendo la cantidad de la comida durante la cena, ya que es cuando más se engorda.
Si ésta es la razón de la papada se puede confirmar abriendo la boca y comprobando que destaca el doble mentón.
De cualquier manera los siguientes consejos también te ayudarán a perder peso sin grandes sacrificios. En primer lugar aumenta el consumo de alimentos que sean ricos en fibra como las legumbres, la verdura, la fruta, los frutos secos, las semillas y los cereales integrales.
Reduce el consumo de azúcares, alimentos fritos, lácteos cremosos, bollería y embutidos. Acompaña las comidas de una ensalada bien variada. Bebe un vaso de agua media hora antes aproximadamente de cada una de las comidas principales y por último mastica muy bien y come sin prisas para saciarte antes y no ingerir tanta cantidad.
Si hay flacidez
Existen otros casos en los que la papada se debe a la flacidez de los tejidos del cuello y de la cara y no al tejido graso. La causa de esta papada se encuentra en los adelgazamientos bruscos, en cuestiones genéticas o por el paso del tiempo.
En estos casos se debe aumentar el consumo de proteínas ya que éstas dan firmeza a los tejidos. Además de la proteína animal que se encuentra en las carnes, pescados, huevos y leche, se debe consumir también proteína vegetal que se encuentra en las legumbres, en las setas y en los frutos secos.
Hidratación y exfoliación
Las exfoliaciones se pueden hacer con productos naturales como la sal, azúcar o bicarbonato de sodio una vez por semana. Se frotará suavemente la piel de la papada humedecida haciendo círculos con los dedos durante un minuto como mínimo. Después se aclara, se seca y se procede a la hidratación.
La hidratación debe hacerse todos los días, una o dos veces con aceites vegetales como coco, almendra, jojoba, rosa mosqueta, etc. Se aprovechará este momento para masajear la piel.
Ejercicios para la papada
Aunque solo es necesario dedicar diez minutos a los siguientes ejercicios, es muy importante ser constante.
De pie o sentada lleva tanto la cabeza como la mirada hacia el techo, levantando la barbilla y después frunce los labios manteniendo la posición durante unos segundos.
Otro ejercicio consiste en colocar una pelota de tenis debajo de la barbilla y sujétala apretándola contra el pecho. Ve haciendo presiones y soltando repetidamente.