La fatiga de la primavera es uno de los efectos secundarios más evidentes del cambio de estación. Nada de que preocuparse. Un poco de agotamiento, debido a la llegada de la primavera, es absolutamente normal. El cuerpo humano, como el de cualquier otro ser vivo, debe readaptarse a los nuevos ritmos, nuevas temperaturas y diferentes cantidades de luz solar. Y, por estas razones, la astenia primaveral está a la vuelta de la esquina.
Estos son los remedios naturales que realmente funcionan y algunos consejos útiles para lidiar con la falta de energía y el deseo de continuar durmiendo un poco más.
Los remedios naturales
La fatiga mental y física es probable que termine con cualquier entusiasmo y ganas de hacer cosas, cuando se empieza a «sentir la primavera», pero no hay que rendirse ante el instinto a descansar. Con los aliados naturales correctos, se puede encontrar un nuevo entusiasmo y energía.
Gracias al ginseng, por ejemplo, de propiedades tónicas, enérgéticas y revitalizantes: 10 gramos de extracto seco de este antigua remedio de la medicina tradicional china, tomados por la mañana con el estómago vacío puede ser la solución ideal para afrontar el día con una nuevo recarga.
Perfecto también el ginko biloba y el guaraná. El primero asegura una acción antidepresiva, antioxidante y tónica. El segundo, es un remedio psicoestimulante y tónico, perfecto contra la fatiga y el agotamiento. Una tableta de extracto seco de Ginkgo biloba o guaraná por la mañana al despertar y se mantendrá alejada la fatiga de primavera.
Otros remedios y consejos
Luz verde para los aliados que ofrece la naturaleza; pero también a los buenos hábitos alimenticios y una correcta forma de vida.
Una buena dosis periódica de deportes, por ejemplo, puede proporcionar una aceleración beneficiosa del metabolismo, un suministro de energía y más ganas de hacer cosas.
Prestar atención también a la dieta y los hábitos alimentarios, prefiriendo frutas y verduras de temporada; también cereales integrales, que proporcionan una buena cantidad de azúcar en la sangre y liberan lentamente su energía; la espinaca y las legumbres son una valiosa fuente de potasio, magnesio y hierro.
Evitar, sin embargo, a riesgo de empeorar la situación, los alimentos cargados de grasas y calorías, las carnes rojas y los productos lácteos.
Y no olvidar un suministro diario abundante de agua, por lo menos un litro y medio al día.