De igual manera que es necesario mantenernos muy bien hidratados, es primordial que podamos eliminar el exceso de los líquidos de nuestro organismo para evitar que se acumulen las toxinas. En el siguiente artículo te vamos a dar una serie de recomendaciones, todas ellas naturales, para que aprendas a cuidar estos órganos, sobre todo si existe una predisposición genética a sufrir enfermedades de los riñones.
Evitar ciertos alimentos
Existen alimentos que pueden llegar a afectar más a un órgano que a otro. En el caso de los riñones, los que se deberían evitar o eliminar, ya que son los más perjudiciales son los que a continuación detallamos:
Las proteínas de origen animal. En su lugar se recomienda optar por las de origen vegetal como por ejemplo las legumbres o los frutos secos. Una legumbre que es perfecta para los riñones son las judías azuki.
Los productos lácteos pueden sustituirse por bebidas vegetales. El azúcar blanco, por otra parte, resulta un veneno para la salud, por lo que debe sustituirse por miel de abeja, azúcar integral o panela. La sal refinada tampoco se aconseja consumirla, optando mejor por la sal del Himalaya o por sal marina. También puedes hacer una sal casera de hierbas combinándola con un poco de apio seco.
Beber agua y eliminarla
Tan importante es ir bebiendo agua durante todo el día, tanto fuera de las comidas como en ayunas, como eliminarla del organismo a través del ejercicio. Existen algunas plantas que ayudan a eliminar el exceso de líquidos como la cola de caballo o el jengibre que viene estupendamente especialmente para todas aquellas personas que sufren retención de líquidos.
Beneficios de la cebolla
Un excelente protector de los riñones es la cebolla. Un caldo de cebolla es un remedio muy antiguo para numerosos problemas de salud y es muy recomendable especialmente en épocas de frío y de cambio de estaciones.
La cebolla es muy rica en minerales como el magnesio, el calcio, el cloro, el cobre, el cobalto, el hierro, el yodo, el fósforo, el azufre o el silicio entre otros muchos además de contener vitaminas del tipo A, B, C y E. Por otra parte es antiinflamatoria, antioxidante y elimina el exceso de líquidos del organismo entre otras propiedades.
Aunque algunas personas no son capaces e digerir bien la cebolla cruda, sí que la pueden digerir mejor si está cocinada, ya se en forma de cremas, de caldos, asada, etc.
Aplicarse calor local
De igual manera que el hígado, los riñones necesitan calor para poder recuperar las energías que se han ido gastando a lo largo del día. Por eso es muy beneficioso y agradable aplicar una bolsa de agua caliente o una esterilla con calor, por las noches en la zona de los riñones, es decir entre las lumbares y las dorsales, durante media hora como mínimo.
Con estos pequeños consejos logrará prevenir futuras enfermedades renales. Comienza hoy mismo a ponerlos en práctica.