Unos poros dilatados pueden llegar a representar un problema para las personas que lo padecen, ya que además de presentarse como unos pequeños hoyos, tienden a llenarse de muchas impurezas. Las personas que más suelen padecerlos son aquellas que tiene una producción excesiva de grasa ya que el sebo los obstruye y se van formando puntos negros o pequeños granos. Para combatir este problema te proponemos la siguiente mascarilla que puedes preparar en tu propia casa.
Remedio natural
Esta mascarilla casera sirve para cerrar los poros del rostro y es una combinación perfecta por las combinaciones del pepino, de la leche en polvo y de la clara de huevo cuyas propiedades nutricionales regulan el pH natural de la piel a la vez que remueven las impurezas. Si quieres saber más sobre cada uno de estos ingredientes en particular, continua leyendo.
Leche en polvo, clara de huevo y pepino
Cada uno de estos ingredientes ofrecen todo lo necesario para evitar los poros abiertos. Concretamente el pepino es una hortaliza muy rica en agua y con antioxidantes muy poderosos que ayudan a prevenir los signos de la edad así como otras alteraciones de la piel como el acné o las manchas. Sella los poros de una manera natural y reduce la sensación de cansancio así como las ojeras.
Por otra parte la clara de huevo remueve las células muertas y todo tipo de suciedades que se van acumulando en la piel. Ayuda a prevenir la flacidez y las arrugas prematuras. Además actúa como un lifting natural que resulta perfecto para eliminar los puntos negros y por supuesto, para disminuir la apariencia de unos poros dilatados.
La leche revitaliza una piel deteriorada por los factores contaminantes que existen en el ambiente o por los rayos UV. Es una opción perfecta para regular la producción de aceites en la cara y para evitar la formación de los granos de acné.
Preparación de la mascarilla
La elaboración de esta mascarilla es muy sencilla y como resultado da un producto muy eficaz a la hora de sellar los poros. Un uso regular de dicha mascarilla mantendrá el rostro fresco, suave y libre de grasa.
Necesitarás medio pepino, una cuchara de leche en polvo y una clara de huevo. Corta en trozos el pepino con la cáscara incluida y mételo en la licuadora junto con la clara de huevo y la leche hasta conseguir una mezcla cremosa.
Lava bien la piel de la cara y extiende una capa fina de este producto mientras realizar masajes circulares con suavidad. No cubras el contorno de los ojos ya que esta zona es mucho más delicada. Deja que actúe durante treinta minutos y retira con agua fría. Usa esta mascarilla durante tres veces cada semana y conseguirás unos resultados excelentes.
No olvides que los efectos de este tratamiento van a depender mucho de los hábitos que practiques durante tu día a día, por lo que se recomienda tener una alimentación bien balanceada, que sea grasa en azúcares y en grasas, así como evitar los cigarrillos y realizar algo de ejercicio.