Las propiedades del ginseng son numerosas, es una planta medicinal cuyos efectos beneficiosos se conocen desde hace siglos, sobre todo en los países de Oriente, su lugar de origen. Su nombre científico es Panax Ginseng y pertenece a la familia Araliaceae. Cabe señalar que la palabra panax remite inevitablemente a la palabra «panacea«, la famoso cura para todos los males.
El ginseng más valioso es el cultivado en China, Japón, Vietnam y Corea, aunque se cultiva también en los países occidentales, sobre todo en América del Norte. Donde sea que haya crecido, esta planta se caracteriza por adaptarse a climas y suelos de montaña, de hecho, los cultivos se encuentran en áreas entre los 700 y 1500 metros sobre el nivel del mar.
Las propiedades curativas del ginseng se concentran en la raíz, cuyta particularidad, realmente muy curiosa respecto a la apariencia externa, es que es antropomórfica, muy a menudo, de hecho, las raíces tienden a tener una forma similar al cuerpo humano en el que se distinguen las características esenciales, el torso, y las extremidades.
La raíz de ginseng contiene ginsenósidos que son, desde el punto de vista químico, saponinas en la que se concentran los ingredientes activos del ginseng y sus beneficios a nivel tónico, reconstituyente y estimulante.
La propiedad más conocidas del ginseng, como se ha mencionado, es la de ser un eficaz tónico, no sólo para el cuerpo sino también para la mente, las sustancias concentradas en la raíz de ginseng afectan el sistema nervioso y ayudan a superar situaciones como el exceso de trabajo intelectual, estrés emocional, depresión y, especialmente importante para los estudiantes, ayuda a revitalizar la memoria y la concentración intelectual.
Esta raíz es un tónico, también desde el punto de vista físico, útil para aquellos que realizan trabajos exigentes, con ritmos muy pesados. También es un adaptogénico, que ayuda al organismo a adaptarse a los cambios climáticos y del medio ambiente, estimulandoespecialmente el sistema inmunológico y previeniendo el envejecimiento, ya que combate los radicales libres.
Muy interesante también para la medicina tradicional, son los estudios recientes que descubrieron sus propiedades anti-cancerígenas, y su uso positivo en el tratamiento de pacientes con cáncer. En este último caso el ginseng parece ayudar a los pacientes con cáncer a tolerar mejor los tratamientos de quimioterapia.
Muy importante es también el descubrimiento de que esta planta podría mejorar la eficacia de ciertos medicamentos de quimioterapia y entorpecer lo que en medicina se llama «multidrag resistence«, es decir, la capacidad de las células tumorales para resistir progresivamente la eficacia de los medicamentos de quimioterapia.
El ginseng, en combinación con tratamientos anti cancerosos, mejora la eficacia de éstos, combate la formación de metástasis y la recurrencia del tumor, también las náuseas y la pérdida de peso y es protector del hígado y los riñones.