El dolor de muelas es algo, que por desgracia, todos hemos padecido alguna vez en la vida. Producido por una infección de la boca, por inflamación de las encías o por el crecimiento de una pieza nueva, es un dolor palpitante y severo, que puede llegar a durar bastante tiempo, y que puede venir acompañado de dolor en los oídos, fiebre y migrañas. Por suerte, además de los analgésicos químicos, existen soluciones de origen natural que alivian el dolor y sin causar reacciones no deseadas.
Té de hierbabuena
Realizarse enjuagues bucales con té frío de hierbabuena, tiene un efecto sedante y analgésico que disminuye el dolor de muela. Además esta planta tiene agentes antibacterianos que limpian la boca y asé previenen las infecciones.
Para beneficiarse de sus propiedades hay que añadir una cuchara de hojas de hierbabuena a una taza de agua hirviendo y dejar que repose. A continuación se introduce en el frigorífico para que se enfría y cuando ya esté bien fría, se van tomando pequeñas cantidades de esta bebida para hacer gárgaras con ella durante un par de minutos. Se aconseja repetir su uso tres veces cada día hasta que el dolor desaparezca.
Peróxido de hidrógeno
Este producto es más conocido como agua oxigenada y cuenta con propiedades antibióticos que alivian las infecciones provocadas por un dolor de muelas. Su aplicación tiene un efecto semejante al de los enjuagues tradicionales, ayudando a mantener la boca limpia sin que altere su pH.
En este caso hay que diluir dos cucharas de agua oxigenada en media taza de agua templada y realizar también gárgaras con el resultado, dos o tres veces al día.
Cúrcuma
La cúrcuma tiene poderes antisépticos que la convierten en una excelente solución para luchar contra los problemas que afectan a las piezas dentales. Además tiene poder antiinflamatorio que crea una barrera contra el dolor y las infecciones.
Hay que humedecer una cuchara de cúrcuma con dos cucharas de agua tibia hasta conseguir una pasta cremosa con la que se frotará la muela y la encía afectada. Se deja actuar durante diez minutos y se enjuaga. Se recomienda su uso dos veces al día.
Té de tomillo
Este tipo de té cuenta con propiedades antiinflamatorias y antisépticas que calman el dolor de muelas. Aplicándolo en la boca se frena el crecimiento de las bacterias y complementa el efecto de un cepillado habitual.
Se lleva a ebullición una taza de agua y después se añade una cuchara de tomillo fresco para dejar que hierva durante un par de minutos. Antes de emplearlo hay que dejar que repose y a continuación ya se pueden realizar gárgaras con él, después de cepillarse los dientes. Se debe usar hasta aliviar el dolor.
Zumo de limón
Este zumo regula el pH de la saliva y limpia las piezas molares para que no se produzcan infecciones ni dolor. Para utilizarlo hay que diluir el zumo de un limón entero en media taza de agua y hacer gárgaras con el resultado durante dos o tres minutos seguidos. Se debe repetir este tratamiento tres veces cada día.