Los pies son una parte del cuerpo que se encuentran más castigados al terminar el día. Haber estado andando mucho, llevar zapatos cerrados o padecer probelmas de circulación o artríticos, hacen que se sienta agotamiento y molestias que en ocasiones no se sabe como aliviar cuando se llega a casa. Descubre cómo conseguirlo.
Aceite esencial de limón y aceite de oliva
Combinando el aceite esencial de limón con un poco de aceite de oliva, se consigue un tónico natural que ayuda a desinflamar los pies cuando se llega a casa con ellos hinchados o cansados. En un auténtico relajante que ayuda también a suavizar las durezas, a combatir diferentes infecciones y por supuesto a conseguir descanso.
Los ingredientes que se necesitan con cinco gotas del aceite esencial de limón, cuarenta ml. de aceite de oliva y un barreño con agua templada donde sumergir los pies.
El primer paso es calentar el agua que se introducirá en el barreño y después añadir el aceite de limón junto con el aceite de oliva y relajarse durante veinte minutos. Transcurido ese tiempo se secan con cuidado los pies y se pone un calzado cómodo. Los pies se desinflamarán y se conseguirá descanso.
Aceite esencial de rosa de mosqueta y de almendra
Este tratamiento es uno de los mejores para la belleza y la salud de los pies. Además ambos son aceites que se pueden encontrar muy fácilmente en las tiendas de belleza natural y que tienen un precio elevado. Son perfectos para tratar la piel reseca, las durezas o las inflamaciones, además de ser aceites muy ricos en minerales, en vitaminas y en oligoelementos esenciales.
Para preparar este tratamiento se necesitarán tres gotas de aceite de rosa de mosqueta, tres gotas de aceite esencial de almendras y un trapo de lino bien limpio.
Al llegar a casa se recomienda darse una ducha con agua caliente y después de secarse muy bien los pies y sentarse en un lugar donde se esté cómoda, empapar el paño de lino en el aceite de almendras y de rosa de mosqueta, pasándolo suavemente por todas las zonas de los pies para que se absorban perfectamente los aceites.
Es importante pasarlos especialmente por la parte de los talones ya que es donde aparecen las grietas y donde la piel está más reseca. Se deben masajear también los dedos para conseguir que las articulaciones se queden bien impregnadas puesto que de esta manera se favorece la circulación de la sangre.
Cuando se haya terminado el masaje, hay que ponerse unos calcetinas que sean cómodos y que no opriman los tobillos para pasar toda la noche con ellos y conseguir que los aceites hagan efecto. Realizando este tratamiento durante tres veces a la semana como mínimo, se lucirán unos pies mucho más bonitos y suaves, ideales para lucir en verano.