El colesterol elevado puede convertirse en un trastorno crónico donde los riesgos son bastante importantes, teniendo la posibilidad de sufrir accidentes cardiovasculares, arteriosclerosis, anginas de pecho o enfermedades coronarias. Por tanto lo mejor es hacer cambios en el estilo de vida, hacer deporte y llevar una dieta baja en grasas. Además existen ciertos remedios naturales que te pueden ayudar en este tarea. Toma nota.
Agua de avena
La avena tiene altos niveles de fibra y su uso es muy adecuado en este caso ya que esta sustancia envuelve las moléculas de colesterol para conseguir depurar las arterias. Para preparar este remedio se coloca una taza de copos de avena en el vaso de una batidora, junto el agua suficiente para cubrirlos. En una cacerola se pone más agua y se añaden los copos de avena. Cuando lleguen a ebullición se deja hervir durante cinco minutos y se retira del fuego, momento en el que se añade una rama de canela. Antes de consumirlo se cuela y se puede conservar en el frigorífico mientras se va consumiendo a lo largo del día.
Agua de repollo
La clave de nuevo está en la cantidad de fibra. En este caso es tan simple como calentar tres litros de agua y añadir meda col o repollo. Cuando llegue a ebullición se deja cocer otros diez minutos y después se retira del fuego, se cuela el líquido y se almacena en una botella de cristal que se puede guardar en la nevera para consumir frío. Se puede tomar hasta un litro al día.
Agua de alcachofas
En este caso hay que calentar dos litros de agua y añadir dos alcachofas previamente lavadas para dejar que infusionen durante quince minutos. Se cuela el contenido y se dejar enfriar en la nevera para ir consumiendo a lo largo de todo el día sin llegar a superar el litro.
Aceite de oliva
En este caso es mejor tomar crudo el aceite de oliva puesto que al calentarlo pierde las propiedades, ya que el calor desestructura el orden muscular transformando la grasa en veneno para la salud. También se recomienda incluir en la dieta pescados como el salmón o el atún y frutas como el aguacate.
Zumo de zanahoria y espinacas
Se pican tres zanahorias en trozos pequeños así como dos hojas de espinacas. Se bate todo junto y si queda demasiado espeso se puede añadir un poco de agua hasta que alcance la textura deseada.
Hay que tomar este zumo después de las comidas para que la fibra de la verdura limpie las arterias con mayor eficacia.
En cualquier caso, como ya se ha comentado, para que estos remedios resulten eficaces de verdad, hay que introducir cambios en el estilo de vida y a ser posible de una manera gradual, es decir, si tu meta es salir a correr y hace años que llevas una vida sedentaria, tu meta no debe ser al principio una hora diaria. De igual manera sucede con la comida, no debes dejar de tomar carne de la noche a la mañana, sino que puedes comenzar eliminando aquellas que contengan más grasas.