El síndrome conocido como intestino irritable lo sufre bastante más gente de lo que se piensa. Esta enfermedad provoca cambios en el tránsito intestinal, dolores abdominales y períodos oque ven desde el estreñimiento hasta la diarrea, acompañado todo ello de gases y de hinchazón. Descubre como encontrar alivio en el siguiente artículo.
Kéfir
Este probiótico ayuda a regenerar la flora bacteriana lo que significa que normaliza el tránsito del intestino a la vez que trata los retortijones. Su efecto varía dependiendo de las horas de la fermentación, por lo que hay que adaptarlo a las necesidades de cada persona. Así si se trata de un cuadro de diarrea, se debe elegir un kéfir que haya estado fermentado durante treinta y seis horas y tomarlo con un dulce de membrillo.
Por el contrario si el problema es de estreñimiento, se debe escoger uno que haya fermentado durante doce horas y acompañarlo con un poco e avena. Una vez que el tránsito intestinal se haya regulado, hay que tomar un kéfir de veinticuatro horas de fermentación.
Sémola de maíz
El maíz es el único cereal que contiene betacarotenos por lo que es un protector excelente de la mucosa digestiva. La sémola normaliza la función del intestino y cuente con elevado nivel de vitaminas B y magnesio que contribuyen a calmar los nervios. Como contiene poca fibra y está exento de glucosa se digiere mucho mejor que los derivados del trigo.
Aguacate
Enriquecer las ensaladas o los bocadillos con un aguacate es una manera muy sana de cuidar el intestino, sobre todo cuando se sustituye por los quesos curados o la mantequilla. Se puede convertir un plato único con este ingrediente si se acompaña de proteínas que sean bajas en grasa como pavo, pollo o atún al natural, ya que las dietas que son ricas en proteínas ayuda a mejora el dolor de abdomen así como la urgencia de ir al baño.
Melisa
Cuando los nervios o el estrés son los que provocan los problemas digestivos como gases, náuseas, hinchaón o espasmos intestinales, la melisa es una excelente opción. Se puede combinar a partes iguales con hibisco o malva cuando se necesite un suave laxante.
Elegir bien
Cuando se padece de este trastorno hay que evitar el consumo de legumbres ya que son flatulentas y no sientan demasiado bien en estos casos, por lo que lo mejor es optar por guisantes frescos por ejemplo y a ser posible, consumirles en forma de puré. Otra opción es consumir legumbres germinadas como por ejemplo los brotes de soja que al contener enzimas y mucilagos, resultan mucho más digestivas.
En cuestión de lácteos hay que elegir yogures, queso fermentados vivos o leche fermentada, ya que consumir probióticos mejora la sensibilidad del intestino y las alteraciones en su movimiento.