Todas las personas nos encontramos expuestas a millones de bacterias y de virus que o bien nos fortalecen las defensas o nos provocan diferentes tipos de enfermedades.
El problema para nuestra salud aparece cuando no se llegan a producir los suficientes anticuerpos y el sistema inmunitario está tan débil que le impide reaccionar, con lo que se pueden desarrollar distintas patologías como problemas urinarios, respiratorios o gastrointestinales. Por todo ello vamos a exponer a continuación algunos remedios caseros que ayudan a controlar los síntomas de dichas infecciones y a acelerar la recuperación.
Ajo
El ajo está considerado como unos de los antivirales y antibióticos naturales más poderosos capaz de combatir diferentes tipos de infecciones. Sus compuestos inhiben el crecimiento de los virus causantes de los resfriados y gripes y tiene un efecto muy positivo para controlar la gastroenteritis. Además por sus propiedades desintoxicantes promueve la eliminación de las toxinas que se encuentran retenidas en la sangre.
La manera más eficaz de aprovechar todas sus propiedades es comiendo dos o tres dientes crudos y triturados, ya que si se agrega a la comida, con el proceso de cocción se destruyen parte de sus nutrientes y enzimas.
Vinagre de manzana
Este alimento es uno de los más alcalinos que existen y sus ácidos naturales ayudan a regular el pH de la sangre a la vez que equilibran la acidez del organismo, lo que le permite apoyar la función que tiene el sistema inmunitario y mejorar la respuesta ante un ataque de hongos, bacterias o virus.
Se debe agregar una cuchara de vinagre de manzana en un vaso con agua templada y consumirlo en ayunas. En caso de tener una infección vaginal se debe diluir con una gran cantidad de agua para hacerse un lavado externo.
Cebolla
La cebolla tiene propiedades antibióticas, emolientes y expectorantes lo que la convierte en un remedio excelente contra la gripe, la bronquitis y los catarros. Sus compuestos de azufre crean una barrera de protección contra los virus a la par que favorece la desinflamación de las vías respiratorias.
De debe cortar en rodajas y añadir a las ensaladas, batidos o sándwiches. Otra manera de consumirla es meterla en un frasco de cristal, cubrirla con miel y preparar un jarabe casero. En este caso se debe dejar macerar durante dos o tres semanas antes de consumirla y su dosis no debe sobrepasar las cuatro cucharas al día.
Limón
El limón ayuda a controlar los síntomas de los resfriados, de la gripe y de cualquier afección respiratoria. Su elevado contenido en vitamina C, proporcionar al sistema inmunitario mayor fuerza y estimula la producción de anticuerpos que ayudan a proteger al organismo. Como también es un diurético natural, sirve para luchar contra las infecciones urinarias al producir un aumento de la cantidad de orina.
Hay que diluir el zumo de un limón fresco en un vaso con agua y consumirlo en ayudas. No hay que olvidar usar su cáscara que es la parte más rica en vitamina C por lo que la puedes agregar a las ensaladas o infusiones por ejemplo.
