Cuando una mujer está dando de mamar a su hijo, puede llegar a sufrir en los pezones ciertas heridas que provocan dolores, incomodidad y molestias al alimentar a su bebé. Estas heridas pueden venir provocadas por una posición incorrecta al dar de mamar, a que el bebé no se «engancha» de una manera correcta o a un mal secado del pecho después de cada alimentación.
Los síntomas principales de este problema tan común en las mamas son picazón, hinchazón, dolor y sensibilidad y como el niño tiene que seguir alimentándose, las heridas o las grietas tardan mucho tiempo en curar. Si a esto se le suma el hecho de que no se pueden usar algunas sustancias ya que pueden intoxicar al bebé, el proceso de curación se alarga. Por suerte con algunos ingredientes naturales, se conseguirán calmar los síntomas. ¡Toma nota!
Leche materna
La leche de la madre tienen propiedades antibacterianas y curativas por lo que después de amamantar al bebé se puede echar un poco en un recipiente y meter en el frigorífico para que se enfríe. Después cada vez que se termina de alimentar al niño, habrá que aplicarse un poco sobre la zona herida.
Membrana de huevo
Cuando se abre un huevo se puede observar una especie de «telilla» transparente y viscosa que se encuentra adherida a la cáscara. Esta membrana tiene numerosas propiedades curativos por lo cual es recomendable usar en estos casos colocándola sobre el pezón dolorido hasta que se seque. Antes de volver a dar de comer al bebé hay que enjuagarse perfectamente.
Aceite de oliva
También se puede usar aceite de coco o de almendras dulces, ya que cualquiera de estos aceites, al igual que el de oliva, ayudan a hidratar la piel y a mantener el área bien humectada. Además el aceite ayuda a reducir las grietas.
Hay que recordar que debe estar templado y que hay que repetir el procedimiento cada vez que se termina de amamantar al bebé. Hay que aplicarlo mediante movimientos suaves y circulares y no enjuagar, ya que hasta la siguiente toma se habrá absorbido completamente.
Infusión de manzanilla
Esta planta ayuda a reducir las grietas de los pezones sin ocasionar ningún tiempo de efecto colateral en el bebé. Para preparar la infusión se necesitan veinte gramos de flores secas de manzanilla y una taza de agua.
Se calienta el agua y en el momento en que comience a hervir se añade la manzanilla. Se deja cocer durante diez minutos, se retira del fuego y se deja reposar durante cinco minutos. Cuando esté a una temperatura aceptable se empapa un trozo de algodón en la infusión y se pasa por la zona afectada. No hay que secar ni enjuagar.
Crema de caléndula
Esta planta ofrece muchas propiedades beneficiosas para la piel además de no dañar al bebé. Está recomendada para evitar las estrías y para curar los pezones lastimados. Se puede adquirir en las farmacias o preparar una infusión con esta planta de la misma manera de la que se ha preparado la infusión de manzanilla. Hay que aplicarla después de dar de comer al bebé y lavar antes de darle la siguiente toma.