Estas alteraciones de la piel producidas después de sufrir una lesión, una cirugía o incluso un episodio de acné crónico, son muy comunes. Muchas son las personas que desean hacerlas desaparecer al considerarlas desagradables y antiestéticas y aunque lo cierto es que no siempre es posible eliminarlas totalmente, hay ciertos ingredientes naturales que pueden aplicarse para atenuarlas. A continuación te decimos algunos de ellos.
Crema casera de miel y de aloe vera
Estos dos ingredientes tienen sustancias activas que nutren la piel en profundidad lo que acelera el proceso de cicatrización. Aplicándola de manera regular se mejora la actividad de las células sobre la piel y se mejora notablemente su aspecto.
Los ingredientes que se necesitan son cien gramos de gel de aloe vera y 80 gramos de miel de abejas. Para prepararlo se debe echar el gel de aloe vera en la licuadora y batir durante dos minutos junto con la miel. Cuando todo esté perfectamente incorporado se almacena en un frasco de vidrio hermético.
Cada día hay que aplicarse el producto sobre la cicatriz un par de veces dejando que se seque durante veinte minutos para después aclarar con agua.
Crema de zanahoria y aguacate
La combinación de estos dos ingredientes minimiza las cicatrices además de manchas y otras imperfecciones de la piel. Es una mascarilla muy rica en sustancias antioxidantes y en vitaminas por lo que protege a las células frente al daño oxidativo.
En este caso se necesita medio aguacate bien madura, una yema de huevo y media zanahoria. Se extrae la pulpa del aguacate y se mezcla en la licuadora con el resto de ingredientes. Cuando se consiga una pasta espesa, se frota la cicatriz con ella y se deja actuar durante media hora. El producto que sobra se debe guardar en el refrigerador para ir usándolo cada día.
Mascarilla de aceite de oliva y de banana
Esta mascarilla es muy rica en antioxidantes y en ácidos grasos esenciales, por lo que es perfecta para eliminar las células muertas que se acumulan en la piel así como para disimular las cicatrices. Cuenta con propiedades antiinflamatorias e hidratantes que contribuyen a mejorar el aspecto de una piel reseca, lesionada o con algún tipo de alteración.
Para prepararlo se debe triturar una banana y mezclarla con dos cucharas de aceite de oliva. El resultado se frota sobre la cicatriz y se deja actuar veinte minutos para después enjuagar. Se debe utilizar todos los días para conseguir los resultados que se desean.
Mascarilla de miel y cebolla
Las propiedades regeneradoras con las que cuenta la miel y los compuestos azufrados que contiene la cebolla, son ideales para disminuir las manchas y las cicatrices de la piel. Para beneficiarse de ambos ingredientes hay que licuar media cebolla junto con cuatro cucharas de miel de abeja hasta conseguir una pasta que hay que frotar sobre las cicatrices y dejar que actúe durante veinte minutos antes de enjuagar. Hay que repetir la acción tres veces cada semana.