El Aloe vera o Aloe barbadensis es una planta perteneciente a la familia de las Aloaceae, especies propias de las regiones cálidas y deséricas. El Aloe vera tiene hojas carnosas con una cutícula gruesa y espinas en el borde; de sus hojas se obtiene el jugo y el gel.
El jugo de aloe es de uso interno y tiene propiedades laxantes y inmunoestimulantes; el gel de aloe se utiliza por vía tópica y es principalmente hidratante y cicatrizante, pero no sólo.
Tanto el jugo como el gel de aloe se pueden encontrar en herboristerías; en el caso del gel se debe comprobar la lista de ingredientes y asegurarse de que sólo contiene jugo de aloe (Aloe barbadensis), conservantes permitidos por la cosmética eco-bio (sorbato de sodio y benzoato de potasio) y, eventualmente, algún espesante (goma xantana – xanthan gum) y ácido cítrico (citric acid).
Veamos todas las propiedades y los usos cosméticos del gel de Aloe vera, un producto que nunca debería faltar entre nuestros productos de belleza.
Hidratante, nutritivo y antienvejecimiento
El gel de aloe es un excelente hidratante y emoliente para la piel: el Aloe contiene azúcares capaces de retener el agua dejando la piel hidratada, suave y elástica, retrasando así la aparición de arrugas. Las arrugas ya formadas se reducen gracias al inmediato efecto tensor que el gel de aloe tiene sobre la epidermis.
El gel de aloe también es capaz de nutrir la piel gracias a las vitaminas y minerales que contiene, manteniendo la piel saludable y joven.
Además de hidratar y nutrir la piel, el gel de aloe vera estimularía la producción de colágeno y elastina y sería capaz de reducir y retrasar la aparición de manchas oscuras en las manos y la cara.
Por tanto, el gel de Aloe se puede utilizar puro como una normal crema hidratante, para hidratar diariamente la piel del rostro y el cuerpo.
Cicatrizante y calmante
El gel de Aloe contiene enzimas y glicoproteínas anti-inflamatorias y aminoácidos que ayudan a la regeneración de la piel. Por esto se utiliza para estimular la cicatrización de la piel dañada y calmar la inflamación y la irritación de la piel.
Se puede aplicar en caso de heridas leves, quemaduras de sol, erupciones y picazón causada por dermatitis; para aumentar su eficacia, se puede añadir al gel de aloe, un par de gotas de aceite esencial de lavanda .
Protector contra los agentes atmosféricos
El gel de aloe vera crea sobre la superficie de la piel una barrera protectora contra el viento, el sol y las partículas en suspensión.
Por tanto, su uso refuerza las barreras naturales de la piel y ayuda a defenderla de la deshidratación debida a demasiado viento o la exposición al sol, evitando que se seque y se descame.
Para la piel con impurezas y la caspa
Gracias al contenido de saponinas, el gel de Aloe vera tiene acción antibacteriana y también protege contra las infecciones causadas por ciertos hongos, incluyendo la Candida albicans.
Se utiliza para limpiar la piel y promover la cicatrización de las espinillas y dermatitis y, masajeado en el cuero cabelludo ayuda a deshacerse de la caspa.
La acción purificadora en caso de impurezas en la piel, dermatitis seborreica, caspa y candida, aumenta añadiendo al gel de aloe unas gotas de aceite esencial de árbol de té.
Para la salud de los dientes y las encías
Mezclando cuatro cucharadas de gel de aloe vera puro, con una cucharada de arcilla blanca y cinco gotas de aceite esencial de menta, se obtiene una pasta de dientes natural que se pueden utilizar todos los días, incluso en caso de encías sensibles.
Esta pasta de dientes se utiliza normalmente con una pequeña cantidad en el cepillo mojado y se conserva durante tres meses a temperatura ambiente.