En los meses de frío y durante las épocas en que las temperaturas sufren unos cambios bruscos, es cuando se suelen poner a prueba las defensas naturales del organismo. Los resfriados son una de las patologías más frecuentes y aunque resultan muy molestos, lo cierto es que ayudan a eliminar toxinas.
A continuación te proponemos una sencilla receta casera para que prepares tu propio jarabe natural para que te ayude a expulsar esas mucosidades tan molestas con mayor facilidad.
Antes de empezar a preparar el jarabe
Por regla general la mucosidad aparece de una manera natural. Al principio es acuosa, siendo un goteo continuo de la nariz y según van pasando los días, se va espesando. Si se detecta el comienzo de la mucosidad, es decir, cuando aún es líquida, todavía se está a tiempo de beneficiarse del remedio de colocar una cebolla durante la noche en la mesilla. Para ello se corta una cebolla cruda por la mitad y se coloca junto al cabecero de la cama. Al levantarse no existirá prácticamente rastro de la mucosidad.
Pero lo cierto es que hay casos en los que se puede llegar a sufrir una infección o incluso que la mucosidad llegue hasta los bronquios. En estos casos lo más recomendable es ir cuanto antes al médico para que determine el tratamiento que hay que seguir y no correr ningún tipo de riesgo.
Los ingredientes que se van a necesitar para elaborar este jarabe casero son:
- Cinco cucharas de anís verde (unos cincuenta gramos)
- Cinco cucharas de hinojo (cincuenta gramos)
- Tres ramas de canela de Ceilán
- Cuatro rodajas grandes de jengibre fresco
- Una rama o raíz de regaliz
- Un limón (preferiblemente ecológico)
- Ocho cucharas de miel de abeja ecológica (unos doscientos gramos)
Para preparar el jarabe lo primero que hay que hacer es calentar un litro de agua junto con el hinojo, el anís, la canela, el regaliz, el jengibre y la cáscara del limón.
Se reservar aparte la miel y el zumo del limón.
Se deja que se vaya realizando la decocción durante unos diez minutos aproximadamente.
A continuación se añade el zumo del limón y la miel y se deja que hierva durante otros diez minutos más.
Para terminar se deja enfriar y cuando esté templado, se conserva el resultado en un frasco de cristal herméticamente cerrado dentro del frigorífico.
¿Cuándo hay que tomarlo?
Una vez se comience con la mucosidad se debe tomar una cuchara sopera de dicho jarabe media hora antes de cada una de las tres comidas principales.
Los niños deberán seguir el mismo patrón, pero en lugar de una cuchara sopera deberán utilizar una cuchara de postre.
Se puede acompañar este jarabe con un poco de agua templada, si se desea, o incluso añadirlo a cualquier infusión para que resulte más agradable.
Este jarabe no se recomienda que lo ingieran personas que sean diabéticas, que tengan la tensión arterial elevada o aquellas personas que sufran de reflujo gastroesofágico.